La espada toledana es un símbolo, un icono asociado a Toledo, la ciudad de las tres culturas, bordeada y protegida por el río Tajo. En sus estrechos callejones las flamígeras fraguas daban calor a los yunques sobre los que se han blandido espadas con sello propio.
Toledo es una ciudad que puede ser símbolo de numerosas tradiciones, diseños, productos o alimentos.
Mazapán, artesonados, damasquinos o espadas, son símbolos intrínsecos a la sinuosa montaña de la ciudad medieval, que ha albergado diferentes civilizaciones con sus distintas costumbres. Sus culturas aún se visualizan en sus calles, miradores y muesos.
Cada una de las seis empresas ubicadas en la ciudad de Toledo, que fabrican espadas toledanas, tienen su nombre propio y conforman la Asociación.
Comparten el apellido «Toledana» que les vincula con la ciudad. Es la palabra que fluye por las arterias de estas pequeñas empresas, de las que brotan espadas, armaduras y armas blancas hechas en Toledo.
En los comercios del casco histórico se expone toda la gama de sus productos, un pellizco atávico de la espada en la sociedad. Y no sólo de nuestro país. También de otras culturas y civilizaciones. Una espada ya no implica violencia o defensa. Es historia, tradición y artesanía.