En este momento estás viendo Javier de Antonio Arribas elegido presidente de Fedeto por aclamación de la Asamblea General

Javier de Antonio Arribas elegido presidente de Fedeto por aclamación de la Asamblea General

Ángel Nicolás García deja la presidencia tras más de dos decadas defendiendo los intereses de los empresarios de la provincia de Toledo

11 marzo 2022

Día de emociones en la Federación Empresarial Toledana. Los empresarios de la provincia de Toledo estaban convocados a la Asamblea General Extraordinaria Electoral, para votar por el relevo en la presidencia de Fedeto.

Tras algo más de veinte años como presidente, Ángel Nicolás García ya no asumirá la responsabilidad de representar a Fedeto y a los empresarios de nuestra provincia.

Una vocación natural que lleva inoculada en su carácter enérgico y siempre combativo para que se escuche la voz del empresario donde sea necesario.

Nicolás ha sido un presidente que ha hablado por todos y para todos. Autónomos, pymes y grandes empresas de cualquier municipio de nuestra extensa provincia.

Cercano, cariñoso y con plena disposición, Fedeto despide a Ángel Nicolás García, empresario e hijo de empresario. Nuestro agradecimiento no lo podemos cuantificar. Porque ha dado tanto a Fedeto que jamás podríamos compensar las miles de horas que nos ha dedicado: de lunes a domingo.

Siempre de manera altruista, sin pedir nada a cambio. Al contrario. Dándolo todo, quitando tiempo a su familia (Lola, Jorge y Pedro), y a su empresa. Un desgaste que le ha generado numerosas tensiones y problemas. Pero nunca le hemos escuchado una palabra de lamento. Sonrisa y buen talante para maquillar los malos ratos que tambien genera esta responsabilidad.

¡¡GRACIAS ÁNGEL!!

Bienvenido Javier

Por aclamación de la Asamblea General de Fedeto, accede a la presidencia Javier de Antonio Arribas. Empresario del sector de estaciones de servicio en su ciudad, Talavera de la Reina. Una sencilla empresa familiar.

Le damos la bienvenida y le deseamos con todo el cariño los mejores éxitos como presidente de Fedeto. Javier es una persona con un carácter abierto, educado, accesible.

Gran conocedor de su sector, nos ha demostrado que tiene disponiblidad para escuchar y negociar.

Asume esta nueva responsabilidad porque cree en las organizaciones empresariales. Las considera imprescindibles para que se escuhe la opinión del empresario y sean un instrumento útil e impresdincible para defender sus intereses.

Comienza para Javier de Antonio y para Fedeto, una nueva etapa. Sin duda de continuidad en la manera de trabajar y de posicionar al Autónomo y Pymes, en un escenario preminente de nuestra sociedad.

La Asamblea General así lo ha considerado y le muestra su apoyo para que recoja un testigo comprometido y fiel con todos los empresarios de la provincia de Toledo.

¡Bienvenido Javier!

Javier de Antonio Arribas, en el centro, junto a los nombrados vicepresidentes de Fedeto en la Asamblea General. De izquierda a derecha: Pedro Hermida Ugena, María del Carmen Díaz de la Cuerda, Manuel Madruga (secretario general), María de los Ángeles Martínez Hurtado, Humberto Carrasco González.

Intervención de despedida de Ángel Nicolás García

Buenos días amigos y amigas:

Hoy es el último día que comparezco ante esta Asamblea como Presidente de FEDETO, cargo que he ejercido desde hace casi veintidós años, los dos últimos en funciones como consecuencia de la pandemia.

Cuando me elegisteis Presidente en el año 2000, mi intención fue ejercer este cargo, por un solo mandato, pero vuestro apoyo y confianza, me invitaron a presentarme a la reelección cuatro años más tarde.

Acontecimientos posteriores me han hecho permanecer en esta responsabilidad mucho más tiempo del que yo hubiera podido prever.

Si volví a presentarme a un tercer mandato no fue por deseo propio.

Siempre he pensado que es sano que las organizaciones empresariales cambien su liderazgo y dos mandatos es algo razonable.

Además, en FEDETO siempre ha habido personas muy bien preparadas para ejercer esta responsabilidad.

En el hecho de que volviera a presentarme tuvo mucho que ver un sentido de la responsabilidad inducido por el Comité Ejecutivo y por la Junta Directiva.

Como sabéis en 2008 estalló la crisis financiera y ese Comité y esa Junta no consideraron aconsejable que se produjeran cambios en la presidencia de FEDETO.

Si acepté volver a presentarme fue sólo por ese motivo y porque los vicepresidentes aceptaron presentarse conmigo a la reelección y porque todos los miembros del Comité Ejecutivo asumieron la responsabilidad de continuar con su labor.

Superados los efectos más nocivos de esa crisis financiera de 2008, volví a poner en conocimiento de los órganos de gobierno de FEDETO mi intención de no volver a presentarme a las elecciones.

No contaba con que nuestro Secretario General, volviera a insistir y a convencer de que era necesario que yo siguiera en la presidencia. No voy a deciros lo insistente que puede llegar a ser Manolo cuando se propone algo.

El caso es que, una vez más, acepté volver a presentarme, pero dejando claro que sería la última vez que lo haría.

Y en esas estábamos, cuando llegó la pandemia y, con ella, las restricciones sanitarias que nos impidieron reunir a nuestros órganos de gobierno presencialmente. De hecho, nos vimos obligados a modificar nuestros estatutos para poder reunirnos telemáticamente.

Pero para mantener todas las garantías de trasparencia, decidimos mantener en nuestros estatutos que la Asamblea General Electoral fuera presencial.
Y el resto ya lo sabéis, la pandemia ha sido persistente y la posibilidad de convocar una Asamblea presencial se ha retrasado en el tiempo.

Pese a que todas estas circunstancias hayan sido las que me han llevado a renovar mi responsabilidad como Presidente de FEDETO más allá de un segundo mandato, no penséis que me arrepiento de haberla asumido.

No me he visto inevitablemente condicionado a asumirla ni la he asumido a regañadientes.

Desde que asumí esta responsabilidad siempre la he ejercido con ilusión.

Nada ha sido para mí tan importante como ser Presidente de FEDETO. Decir lo contrario sería ser desagradecido.

Ejerciendo esta responsabilidad, y gracias a las personas que conformáis los órganos de gobierno de la Federación, he aprendido más de lo que yo haya podido aportar. Lo digo sin falsa modestia, con humildad y lleno de agradecimiento hacia todos vosotros.

Sin todos y cada uno de vosotros esta etapa de mi vida y de la trayectoria de FEDETO no hubiera sido posible.

Pero ha llegado el momento, y espero que lo comprendáis, de poner fin a esta etapa.

A lo largo de todos estos años me he sentido muy orgulloso de representar a FEDETO. Siempre lo he hecho con la intención de defender los derechos e intereses de los empresarios.

En todo este tiempo no recuerdo haber impuesto mi criterio en ninguna ocasión. Todas mis decisiones han sido colegiadas en el seno de nuestros órganos de gobierno.

De hecho, todo lo que yo haya podido manifestar, cuando he ejercido la labor de interlocución con distintas administraciones públicas o gobiernos de todo tipo, defendiendo los derechos e intereses de los empresarios, o ante los medios de comunicación, ha sido siempre el resultado del análisis previo en esos órganos de gobierno.

Eso, a veces ha implicado críticas hacia mi persona, en ocasiones, cargadas de especial dureza en el ataque personal.

Pero eso jamás me arredró ni cambió la dirección que tenía que seguir FEDETO.

Quizás esas críticas y ataques hayan sido lo más doloroso. Lo demás ha sido, y os lo digo con total sinceridad, satisfactorio.

Una satisfacción que nace de luchar por unos ideales y unos principios en los que creo profundamente, desde que muy joven asumí responsabilidades empresariales y la representación institucional de los empresarios.

Esos ideales y principios me los inculcó mi padre y se han afianzado junto a vosotros, a lo largo de estos años, convirtiéndose en irrenunciables para mí.

Pero el tiempo pasa inexorablemente y la decisión de no volver a presentarme a la reelección es porque considero que no puedo dedicar todo el tiempo que una organización como FEDETO se merece y, porque como he dicho antes, es sano que las organizaciones empresariales renueven a sus líderes.

Que yo ya no vaya a ser Presidente no significa que vaya a desentenderme de FEDETO.

Estaré siempre que FEDETO me necesite y su Presidencia me lo demande.

Pero es mi deseo personal que la persona que asuma esta responsabilidad lo haga como lo hice yo, libre de ataduras, sin esclavitudes de ningún tipo.

No soy de esas personas que dicen que se dejan un cargo, pero quieren seguir controlando al que le sucede.

Quien asuma la presidencia ha de poder marcar su impronta y su forma de hacer las cosas, tal y como yo lo hice en su momento.

Actuaré con la persona que presida FEDETO con cariño, con lealtad y con respeto.

No estaré delante de quien presida FEDETO. Estaré detrás si me lo pide. Pero donde siempre me va a encontrar es a su lado.

Quiero reconocer hoy la figura de Francisco García. Has sido mi referencia y un gran apoyo. De ti he aprendido mucho. Gracias Paco.

También quiero reconocer a los vicepresidentes que me han acompañado en este largo viaje. En particular a los que me habéis acompañado en los últimos años: Humberto, Mariángeles, Pedro y Javier, con vosotros me une una relación de lealtad y de amistad sincera. Muchas gracias por todo.

Agradecimiento que también dirijo a Manolo, nuestro Secretario General, con quien también me une una gran amistad y con quien siempre he tenido la seguridad de que las cosas, hasta las más difíciles, saldrían adelante. Manolo muchas gracias por todo.

Sin vosotros, y sin los miembros del Comité Ejecutivo y sin el apoyo de la junta Directiva y de la Asamblea General nada de lo que yo haya podido hacer se hubiera hecho. Os lo agradezco a todos de todo corazón.

Pero permitidme decir que mi principal apoyo a lo largo de estos años ha sido mi mujer Lola Beviá. Sin ella nada de lo que yo haya podido hacer en mi vida tendría sentido, ni mi labor como empresario ni mi actividad como representante de los empresarios.

Ser Presidente de FEDETO ha sido gratificante para mí, pero, al mismo tiempo, ha supuesto para ella un sacrificio. Ella ha sido la persona que ha sufrido mis ausencias, mis problemas y preocupaciones y la que me ha ayudado a afrontar las épocas más difíciles y los disgustos más profundos.

Jamás he recibido de ella un solo reproche, ni siquiera cuando le anunciaba que volvía a presentarme a un nuevo mandato, pese a haberle prometido que no lo haría. Todo lo contrario, siempre me ha animado a seguir adelante.

Lola, mi mujer, hace que pueda deciros que nada de lo bueno que yo haya podido aportar a FEDETO habría sido posible sin su apoyo inquebrantable y su buen hacer como compañera y como madre de nuestros hijos.

¿Y qué sería de FEDETO sin el equipo de personas que conforman su plantilla? A ellos quiero agradecerles también su amistad, lealtad, apoyo y consideración. De todo corazón: gracias.

Y mis últimas palabras las dirijo a todos los miembros de FEDETO, empresarios y empresarias que, integrados en vuestras asociaciones sectoriales, sois el motivo del quehacer diario de FEDETO y mi principal preocupación y ocupación todos estos años:

Ha sido un honor, el mayor de mi vida, ser vuestro amigo y vuestro Presidente.

Desde hoy ya no seré vuestro Presidente, pero seguiré siendo vuestro amigo y leal compañero.

Muchas gracias.

Intervención de Javier de Antonio Arribas, presidente de Fedeto

Buenos días amigos y amigas:

Ángel, muchas gracias por todos estos años de intenso y duro trabajo al frente de FEDETO. Esta organización es hoy lo que es por el trabajo de todos, pero, sin duda, por el liderazgo que has ejercido de forma ejemplar y eficaz.

Has sido un gran presidente de FEDETO. A fin de cuentas, las instituciones son fiel reflejo de las personas que interactúan en ellas y tú eres una gran persona que has contribuido a hacer grande FEDETO.

Por ello, lo primero que quiero hacer es solicitar a esta Asamblea General que reconozcamos la figura de Ángel Nicolas distinguiéndole con la más alta consideración que FEDETO otorga a aquellos de sus Presidentes que han mostrado méritos por encima de lo que el deber les imponía. Os propongo nombrarle Presidente de Honor. Como sabéis esta distinción la ostenta Francisco García y ahora os propongo que la ostente también Ángel Nicolás ¿Os parece que lo acordemos?

Muchas gracias.

También quiero solicitar a esta Asamblea celebrar un homenaje a Ángel Nicolás tan pronto como nos sea posible ¿Lo acordamos?

Muchas gracias.

Queridos amigos y amigas, os agradezco la confianza depositada en mí al haberme elegido Presidente de FEDETO.

Asumo la presidencia con la misma ilusión que lo hizo Ángel en su momento y con las mismas ganas de trabajar con el objetivo de defender los derechos e intereses de los empresarios.

Me comprometo a hacerlo en base a los mismos ideales y bajo los mismos principios a los que te has referido en tu discurso y que son la seña de identidad de FEDETO.

Esos ideales y esos principios, al igual que tú, los he asumido como irrenunciables a lo largo de estos años en los que he formado parte de tu equipo.

Me alegra haberte escuchado decir que estarás siempre que FEDETO te necesite y su Presidencia te lo demande. Te lo agradezco sinceramente y te lo demando desde ahora. Eres un referente para mí y te necesito a mi lado. FEDETO te necesita.

Y lo mismo te digo Paco García. Decía Ángel que has sido un referente para él y un gran apoyo. Lo eres para todos nosotros. Así que Paco, te necesito a mi lado. FEDETO te necesita.

A lo largo de doce años he formado parte de un gran equipo de vicepresidentes junto con Humberto, Mariángeles y Pedro, a los que me une la misma relación de lealtad y de amistad sincera a la que se refería Ángel. Os agradezco de todo corazón a los tres que hayáis aceptado formar parte de esta candidatura. Si no lo hubierais hecho no me hubiera presentado. Gracias a los tres.

A ese equipo se une ahora Cuca Díaz de la Cuerda, con quien me une la misma relación de lealtad y amistad y a la que agradezco que haya aceptado formar parte de esta candidatura. Cuca, muchas gracias.

También quiero decir que no hubiera dado este paso si no hubiera contado con el respaldo y compromiso de todos los miembros del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva. Os agradezco de todo corazón vuestro apoyo.

Todos juntos, con Manolo, nuestro Secretario General, formamos un gran equipo que va a continuar trabajando, codo con codo y sin descanso, para defender los derechos y los intereses de todos los empresarios.

Cuando algo se hace bien, no es necesario cambiarlo.

Bajo la presidencia de Ángel, los órganos de gobierno de FEDETO han seguido una línea de trabajo que nos posiciona como una organización empresarial de referencia por su compromiso permanente con los empresarios. Voy a seguir esa línea.

Lo primero que me propongo hacer es reunirme con todos y cada uno de los representantes de todas las asociaciones sectoriales integradas en FEDETO. Lo haré en las próximas semanas.

Porque quiero conocer de primera mano los objetivos, problemas e inquietudes de todas las asociaciones.

Quiero asumirlos como propios y ayudaros en todo lo que necesitéis. Este es mi primer compromiso como Presidente.

Estamos viviendo un presente muy complicado y afrontamos un futuro con demasiadas incertidumbres.

Tras la crisis financiera de 2008, que fue devastadora, nos metimos de lleno, en 2020, en una pandemia que nos ha arrebatado a muchas personas y ha dejado la economía muy dañada. Y, sin solución de continuidad, desde finales de 2021 padecemos una inflación muy severa que se está agudizando por el conflicto de Ucrania.

La inflación, todos lo sabemos, es el principal enemigo del empleo, del ahorro y de la inversión.

Y la situación es crítica y parece que tiende a empeorar. No en vano el Gobierno de España ha planteado negociar Pactos de Rentas con los agentes sociales. Algo que parece que está pasando desapercibido, pero que sólo se ha utilizado en periodos inflacionistas muy graves, en concreto en 1977, con los Pactos de la Moncloa, y en los años 80.

Con una inflación así no podemos descartar un escenario de subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.

Y en este escenario nos encontramos con unos Presupuestos Generales del Estado que proponen subidas de impuestos y cotizaciones sociales. Una medida contracíclica, desde el punto de vista económico, y un lastre para la competitividad de las empresas.

¿Es España un país para los empresarios? Viendo el censo de empresas podríamos pensar que sí; somos muchos empresarios de distintos tamaños y sectores. Pero si analizamos cómo se nos trata la respuesta es que no.

La imagen del empresario está denostada.

Somos la diana perfecta para reproches sociales y económicos.

Somos un colectivo fácil de señalar por parte de quienes necesitan una excusa más o menos perfecta para explicar por qué las cosas van mal, por qué los salarios no son los deseados o por qué hay contratos precarios.

¿Están las cosas mal? No hay más que mirar lo que nos está pasando desde 2008.

Alguien dirá que la crisis de 2008, la de 2020 y la que vivimos ahora han tenido su origen en factores externos que son difíciles o imposibles de controlar. Y puede que sea así, pero el problema no es la crisis en sí misma, el problema es que en España no aprendemos nada de las crisis. En España no cambiamos la forma de hacer ciertas cosas. Y los empresarios o nos adaptamos a la realidad que nos toca vivir o desaparecemos, pero todo sigue igual.

¿Son culpables los empresarios de esta situación? Desde luego que no.

Tal vez los culpables sean esos que señalan a los empresarios, para seguir con los mismos mensajes, las mismas propuestas, los mismos anuncios y, lo que es peor, adoptando las mismas medidas.

No hay más que analizar algunos ejemplos:

• Una reforma laboral que no se adapta a los tiempos que vivimos ni al mercado global en el que competimos.

• Un Salario Mínimo Interprofesional cuyo objetivo real es subir las cuotas de la Seguridad Social porque no podemos pagar las pensiones.

• Un sistema de pensiones que nadie es capaz de reformar para convertirlo en un sistema eficiente.

• Unos Presupuestos Generales del Estado que son contracíclicos porque suben los impuestos a las empresas hasta rozar lo confiscatorio.

• Un sistema energético mal diseñado, que es ineficiente y nos convierte en un país dependiente del exterior.

Resulta paradójico comprobar que España necesita una serie de medidas, pero adopta justo las contrarias.

Deberíamos modernizar nuestro mercado laboral para crear más empleo y tener más cotizantes, pero no lo hacemos porque ciertos dogmas políticos lo impiden.

Deberíamos modificar el sistema de pensiones para hacerlo eficiente, pero no lo hacemos porque no es popular.

Deberíamos bajar los impuestos para dotar de competitividad a la empresa, pero no lo hacemos porque mantenemos un gasto, un déficit y una deuda pública que nos negamos a racionalizar.

Deberíamos tener un pool energético adaptado a nuestras necesidades para no ser tan extremadamente dependientes del exterior, pero no lo hacemos porque un acuerdo para consensuar políticas energéticas parece que es imposible.

Y el problema con el que nos encontramos cuando nos toca vivir momentos críticos, y estos que estamos viviendo los son, es que por no haber adoptado medidas adecuadas nos va a pasar lo de siempre: no vamos a tener capacidad ni agilidad para superar esta situación a tiempo. Saldremos, como siempre, a costa del sector privado, más tarde que el resto de Europa y, como siempre que ha habido una crisis, con peores resultados en cuento a pérdida de empresas y puestos de trabajo.

No podemos mantener una legislación contraria a las necesidades que demanda la competitividad del mundo global en el que vivimos.

No podemos seguir manteniendo una administración pública estática e incapaz de cambiar, para modernizarse más allá de la obligada digitalización.

Tampoco podemos seguir afrontando los problemas a golpe de presión fiscal.

Porque los empresarios trabajamos muy duro para obtener lícitos beneficios y al hacerlo generamos riqueza y empleo y, de esa forma mantenemos el estado de bienestar. Lo que no se nos pude pedir por más tiempo es que mantengamos el bienestar del Estado.

Y para defender estos postulados, los empresarios necesitamos de organizaciones empresariales como FEDETO, CECAM, CEOE y CEPYME. Solos no conseguimos nada. Sólo unidos podemos proponernos avanzar en el sentido que necesitamos.

Esto no es fácil y las cosas que nos proponemos no siempre podemos conseguirlas. Pero si no estamos unidos y trabajamos juntos nuestra situación sería mucho peor.

En fin, no me parece que sea el día para entrar en este debate ni quiero extenderme demasiado en mi primera intervención ante esta Asamblea.

Sólo quería poner de manifiesto algunas de las reflexiones que todos nos hacemos.

Quiero referirme a la plantilla de FEDETO. Son lo mejor de esta organización. Sin el equipo que tenemos nada de lo que nos propusiéramos hacer sería posible.

Y termino como empecé, dándoos las gracias a todos por vuestro apoyo y confianza y apelando a la unidad y al trabajo de todos para seguir avanzando en la mejora de la imagen y actividad cotidiana de los empresarios.

Muchas gracias.