28 marzo 2022

PRESENCIA DE LA ALCADESA DE TALAVERA DE LA REINA.
En la primera sesión del nuevo Comité Ejecutivo de FEDETO, en el acto inaugural, participó la alcaldesa de Talavera de la Reina, Tita García Élez, que valoró positivamente la constitución del nuevo comité en la ciudad.
De igual manera la alcaldesa valoró el apoyo de Fedeto en la atracción de inversiones empresariales y en los nuevos proyectos de la ciudad.
En particular, puso en valor la contribución de la organización empresarial en los recientes proyectos empresariales que se van a implantar próximamente en la ciudad y al desdoblamiento de la vía de entrada a Talavera recientemente anunciado.
Ambas cuestiones fueron reivindicadas por Fedeto en las 258 medidas que la organización empresarial elevó al Congreso de los Diputados y al Senado en 2018, para la recuperación económica de Talavera de la Reina y su comarca.
En concreto se abordó el proyecto de la corporación empresarial estadounidense Meta. El comité ejecutivo valoró este proyecto de forma muy positiva, dado el carácter extraordinario que tiene como polo de atracción para nuevas inversiones del sector tecnológico y digital.

ASUNTOS TRATADOS EN EL NUEVO COMITÉ EJECUTIVO DE FEDETO

Grave problema empresarial generalizado para todos los sectores
El comité ejecutivo de Fedeto analizó la grave situación por la que atraviesan la totalidad de los sectores empresariales de la provincia de Toledo, que están asumiendo cuantiosas pérdidas económicas por los efectos derivados de la inflación y de los altos costes de la energía, de los combustibles y de las materias primas.
Para el Comité de FEDETO esos altos costes están provocando un grave problema empresarial, al no poder ser repercutidos en las cadenas de distribución y de consumo.
Otro grave problema es la contracción de la demanda de bienes de consumo y la reducción del nivel de actividad empresarial.

La inflación
El Comité analizó la grave inflación que padece España desde el último trimestre de 2021.
Lamenta que todavía no se hayan adoptado medidas adecuadas por parte del gobierno y que, hasta ahora, se haya considerado que España afronta una crisis coyuntural, cuando ya han pasado seis meses desde su inicio y no se atisba un final próximo.
Considera necesario que el gobierno central adopte medidas eficaces, cuanto antes, para que las empresas no asuman más pérdidas.
La guerra de Ucrania no es el origen de esta situación, pero la agrava todavía más.
La inflación generada durante los seis últimos meses provoca la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y, probablemente, en un futuro no muy lejano, una reducción en los niveles de creación de empleo.
Es más que probable que el Banco Central Europeo suba los tipos de interés antes que finalice el año.

Los problemas estructurales de la economía española
Esta nueva crisis vuelve a poner de manifiesto los graves problemas estructurales de la economía española, el gasto público, el déficit público y la deuda pública, que generan una presión fiscal inasumible para las empresas.
La presión fiscal derivada de Hacienda y Seguridad Social lastra la competitividad de las empresas españolas.
Las medidas de presión fiscal aprobadas para 2022 en los Presupuestos Generales del Estado en materia impositiva y de cotizaciones es considerada absolutamente anticíclica.
El sistema energético español es deficiente, ineficiente, caro de mantener y hace depender a España del exterior.
La renta per cápita española es sensiblemente inferior a la del resto de Europa, mientras que la inflación y la tasa de paro de España duplican las de otros países de nuestro entorno. En un escenario así resulta imposible que España pueda competir con sus vecinos europeos.
Todos estos problemas producen desequilibrios económicos que van más allá de lo atribuible al incremento de precios de la energía, de los combustibles y de las materias primas.

Imprevisible duración de la crisis en España
Si España no adopta medidas adecuadas o si las posterga en exceso, la gran repercusión que tiene la crisis en la economía internacional será en España de una mayor envergadura y duración.
La incertidumbre ante la falta de medidas eficaces
En espera de conocer las medidas que adoptará el gobierno el próximo martes, la incertidumbre empresarial es máxima.
Si las medidas se adoptan tarde o no son las adecuadas y si se sigue considerando, como hasta ahora, que nos encontramos ante una crisis coyuntural, España volverá a sacrificar un importante número de empresas y empleo.
Es incomprensible que la adopción de medidas se ha postergado ya seis meses.
La economía española corre riesgo de estanflación y recesión si no se adoptan medidas eficaces rápidamente.

El paro del transporte
El paro del transporte de mercancías continuará indefinidamente si el gobierno no adopta una solución inmediata que satisfaga a todas las partes.
El paro del transporte está generando cuantiosas pérdidas económicas en todos los sectores, provocando la ruina de la ganadería, así como un desabastecimiento generalizado en las cadenas de alimentación y en resto de sectores y actividades empresariales.
No se entiende la inacción del ministerio del interior que sigue sin garantizar la seguridad en las rutas de transporte y en los puertos.

La necesidad de un plan económico de contingencia y recuperación consensuado
Las medidas económicas de contingencia y recuperación de la economía española deben ser consensuadas con todos los grupos políticos y con los agentes sociales. En esto no pude haber fisuras.
La política económica debe tener un carácter antiinflacionista y si decide ejecutarse mediante pactos de rentas, basados en el aumento de los salarios en función de la inflación, a través de cláusulas de revisión salarial en los convenios colectivos, se deben reducir las cotizaciones de la Seguridad Social sobre los salarios.
Es urgente establecer estímulos fiscales para el desarrollo de las actividades económicas empresariales y para el mantenimiento y la creación de empleo.

Nuevas movilizaciones empresariales
El problema del incremento de costes derivado de los altos precios de la energía, los combustibles y las materias primas, así como los efectos de la inflación pueden dar lugar a nuevas movilizaciones empresariales que podrían generalizarse y extenderse a más sectores a medida que la crisis se agudice todavía más.