Fedeto se manifiesta en contra de esta propuesta
24 de octubre 2023
El acuerdo adoptado en relación a jornada de 37,5 horas semanales va a provocar una espiral inflacionista ya que incrementará los costes de producción de las empresas, al tener que afrontar el gasto de las 2,5 horas perdidas más las 2,5 horas que deberán ser realizadas por nuevos trabajadores. La subida de costes tendrá su reflejo en una subida generalizada de precios que, a su vez, dará lugar a que los sindicatos demanden subidas salariales acordes a la inflación provocada por esta decisión. Y esa subida salarial dará origen a una nueva subida de costes que provocará otra subida de precios.
La propuesta es absurda, por antieconómica y porque sólo responde a una necesidad política coyuntural.
Todo esto se produce en unos momentos en los que el mercado y la coyuntura económica se están deteriorando paulatinamente.
La propuesta la hacen quienes, además, ocultan los datos reales de paro. Oficialmente afirman que al finalizar septiembre hay 2.722.468 parados, cuando en realidad hay 3.800.201 de personas que no tienen trabajo y están registradas como demandantes de empleo. Hay 1.077.733 de personas paradas que no son parados oficiales. Estos datos demuestran que nuestra tasa de paro es muy superior a la oficial.
En septiembre de 2023, había 4.260.786 demandantes de empleo. Si de ellos restamos a las 460.585 personas que tenían trabajo y buscaban uno mejor, el resultado es hay 3.800.201 personas, sin ocupación efectiva que demandan empleo. A partir de aquí es donde el análisis oficial carece de rigor, porque para el Ministerio de Trabajo no son parados: los desempleados que tienen disponibilidad limitada para trabajar, 265.277 personas, los fijo-discontinuos en los periodos de tiempo en los que no trabajan, 576.343 personas, los trabajadores que están en ERTE, 11.051, los eventuales agrarios subsidiados, 58.392, los que buscan un empleo específico, 31.760 personas. Tampoco son parados para el Ministerio las personas incluidas en el epígrafe denominado “otros no ocupados”, 134.910 personas.
No hay record de afiliación, lo que pasa es que la afiliación se está llenando a base de muchas personas que no tienen una jornada laboral completa. Esto pone de manifiesto la debilidad del mercado laboral y la pérdida de competitividad de España.
En el mes septiembre, el 16% de los contratos fueron indefinidos a tiempo completo y el 10,6% fueron indefinidos a tiempo parcial. Como el 15% fueron fijo-discontinuos y el fijo-discontinuo, por su propia naturaleza, es un contrato a tiempo parcial, puede afirmarse que el 25,6% del total de contratos realizados han sido indefinidos a tiempo parcial. Otro dato demoledor es que, del total de contratos suscritos en el mes de septiembre, 19,2% de duraron menos de una semana y el 33,5% menos de un mes.
La jornada laboral no depende de la voluntad del gobierno, depende de la evolución del mercado y de la coyuntura económica. El empresario actúa en consecuencia, si el mercado y la economía se deterioran se ve obligado a reducir su plantilla o impedido para poder incrementarla.
Los datos oficiales de paro, contratación y jornada laboral oficiales deben veraces y completos y han de ser analizados con rigor. Si son oscuros, se ocultan o se interpretan de forma irreal la toma de decisiones macroeconómicas y microeconómicas serán ser erróneas u afectarán muy negativamente a las políticas de empleo, a la sostenibilidad de las pensiones, a la actividad de las empresas y a la evolución de la economía española.
La incertidumbre que genera la adopción de medidas caprichosas y electoralistas dará lugar a menos inversión, fuga de inversiones y más paro.